7.29.2007

Sé que debería morir pronto. 

7.28.2007

imán

Quisiera creer que poesía y destrucción no es un libro, un ensayo, una tesis, sino un proyecto fundador, para mí, de la soledad. Que con él pueda soportar lo que sobrevenga: la ruptura y el desamor, la depresión y el desencanto, la ternura implacable de algo en los ojos en el zumbido la piel.

Cuánto tuvo sufrir el pueblo griego para ser tan sublime, dijo Nietzsche. Ahora espero en horas cuarteadas sin sueño entre continentes personas deseos heridas y fantasmas el cadáver con el que nacer de nuevo a esta irrealidad. Quiero desaparecer pero en el mundo siempre queda algo. Una sola cosa que se instala en la locura y el delirio, en la mochila fugaz que permanece escarbando el dorso y penetrando hacia el tórax para horadarlo. A eso se refiere T.S. Eliot con Hollow men.

Hay algo en los poemas rumanos de Paul Celan que serán mi epitafio. Todo lo que le pido al lenguaje es que me revele su secreto en secreto. Todo lo que le pido a mi escritura es cifrarse en el secreto. Mis lectores son sólo mis cómplices, a quienes amo en sombras. Un poema a la sombra de mi cómplice. Un secreto que va del habla a la escritura. De la espontánea creación de marcas en los gestos a su paraíso artificial de leche y ceniza (la página, la tinta). Ahora mi obra son cuadernos que tienen un destino. Pero cada cuaderno existe en el lugar de la pérdida.