Sé que debería morir pronto.
"Debes escribir no sólo para destruir, no sólo para conservar, para no transmitir, escribe bajo la atracción de lo real imposible, aquella parte de desastre en que zozobra, a salvo e intacta, toda realidad." - Maurice Blanchot, La escritura del desastre.
12 Comments:
el inconmensurable derecho a la epifanía, al nacimiento a la luz o al renacimiento en a promesa carnal, sexual con nuestros dioses, palpita en las palmas, en las manos blancas del corazon de aquellos que estuvierona a la altura de su bajeza. No será un paseo en la agridulce penitencia de tallas barrocas, ni el ciego devenir de una turba sudorosa y sangrienta en promenades de vírgenes.
Joyce lacerándose, tragando los exabruptos de un púlpito para luego poder amar lo informe del mar, lo informe de la luz que irradia el futuro; Raskolnikov se arrancó la piel al tiempo que arrancaba las palabras de Hegel en busca de un espíritu superior. Afeitado y demente, encontró en los campos de siberia las huellas del pastoreo que rodeaba a Abrahma.
Todos tenemos el derecho a la epifania, el sereto que atiende, el negro lazo, la leche y la ceniza de los cuerpos en la escritura.
Esta voz que dejé de escuchar largo tiempo ha, y que ahora redescubro, vuelta a nacer quién sabe cuántas veces, paseada y aventurada no sabemos por cuántos lugares, o transmutada por qué alquimias, pero a fin de cuentas esta voz: y aquel Pablo que preguntaba de qué color es el humo, en el aula de un taller de narrativa.
Y saludar este viaje porque alguna vez vi la tierra y otras cosas desde la proa que tira de él.
Salú compita.
Rodrigo S.
No se azote tanto, pero conserve el tono desenfadado. Si con un texto así logras combinar algún trazo de sentido del humor, sería excelente.
"Être désespéré
Mais avec élegance"
aver a quehora actualizas pues
que ya se hace tarde para no estar escribiendo!
Quizá la escritura, el lenguaje: la expresión toda no sea más que revolver lo que consideramos sagrado en la vida como los amores, y nuestro límite: la mierda que siempre nos mancha, porque estamos ya manchados.
TU eres mierda...pero sabes la mierda se transforma en oro quieres ser oro??? Sigueme.
siempre vamos a lo mismo y nomás la desesperación y la impotencia...para qué
Wow...me gusta como escribes. Por una casualidad extraña...inesperada, encontré este blog (recuerdo cuando Kundera habla de la conjunción de las casualidades en La insoportable levedad del ser).
Si no me equivoco (y mira que la memoria suele jugarme malas...muy malas pasadas) estuvimos juntos en un curso sobre Foucault con Ernesto Priani...y no escuché tu ponencia (que prometía). Si puedes, y quieres, mándala a mi correo, vale?
Y...sólo falta que me esté equivocando de persona...jajajaa, no creo. Un saludo.
Qué boba, no te dejé mi correo: myryam.hr@gmail.com.
Con que ahora estás en Micronesia. Chale. Supongo que debe ser pequeño.
Sin duda habrá lugar para un abrazo.
Nos debemos unas chelas. Esperando que todo esté muy bien,
Rodrigo S.
Hermano, ¿por qué diablos tendré siempre que buscarte como a las llaves de mi recámara? ¿Dónde estás, mi hermano? De no ser por ese museo de las cosas, no sé cómo habría dado contigo. Soy Pablo, por si no me recordás, y ojalá pudieras decirme dónde hallarte ahora.
Y aquí puedes a mi:
hallucinogenic_torero@yahoo.com.mx
Publicar un comentario
<< Home