2.21.2006

Ciudad
sin milésimas
sin nudos de estambre
ciudad sin letras
pequeñas
sin muertos o vivos

ciudad sin gestos
sin llanto
sin huecos en los espejos
ciudad sin trazo
sin párpados.

Ciudad asentada
en filigrana
trémula
estampada en la premura
arrobada como un gordo enjambre de polvo
estrellándose contra una esquina
contra nada.

Avisos por la ciudad
sin destinos ni marcas
fechas que se miran unas
a las otras sin hablarse
sin verse.

Ciudad de párrafos
sin puntos ni comas,
cerrada a los respiros
y lo legible.
Ciudad de espanto,
- mi rostro deteriorado -
ciudad sin puerta trasera
sin hogar
sin fuego sin el ángel
que bate sus alas viendo pasar las fechas
que van hacia sus torres, sus semá-foros
que se hunden bajo la tierra o sobre ella
se aplastan, se imprimen como fantasmas
en ella, en su cogote, en su graznido
que golpetean, que ensordecen, que trituran.

Ciudad para mantenerse ocupado
entre el dinero desde el dinero hacia el dinero.
Ciudad en silencio
que se escabulle de su amanecer,
que se esconde del último o primer escombro
que deja el deseo en el desfiladero
ciudad que ya se ha encendido
(ahora se enciende, no se despierta)
y aparece en el televisor sin origen desde el
que continúa
en el que está despierto o encendido
aprovechando que el aliento que barre las mañanas
aún no se ha filtrado en su hipotálamo.

La bestia que muge y resopla
que persigue al inalcanzable sonámbulo
del verso. Sus pisadas que ya no inciden,
y que ya no tienen trazo. La bestia que ya no existe
porque ya no se distingue.
Las manos que engendraban la negra noche
pulsan una y otra vez
cruzan una y otra vez
los pedazos de una palabra
(macho, muda, pato) para
siquiera poder
crear un distancia que los separe,
y desde la cual se puedan
perseguir. Ya no acabará la noche
porque la luz que enciende las casas
no deja que nazca otra vez.
Desde la otra orilla una mujer piensa
en todos sus bolsos,
y en ese fuego antes del trabajo
que acostumbra apagar tranquila
como cuando se termina un cigarro.

(apuntes para un kinder en guerra).

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Demudado









en la desnuda tiranía de lo descrito
que desborda
la simple realidad de lo insinuado
de suyo incógnito
mismo de su misma carne
supurante anfibia
sin sentido.
Y está la vocal de vocación pleonasmo
repitiéndose en mi boca
fisura del ruido
lengua de hablar en lenguas
para callar por fin al cabo








demudado.

2:25 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Límite urbano

La ciudad, según varíe
la premura de mis pasos
se volcará dédalo
al bullicio de sus calles
o ágora distenderá
los nudos de mis sienes.
Percibiendo la ciudad en ciernes
aguzaré las tumbas,
máculas se erigirán los bosques
al final de los suburbios,
y derrotero allí el sesgado
trazo de la vista,
inventará claros manantiales
o infames cursos de agoreras aguas
que por regiones truncas soslayen
el verdor ambiguo de la flora,
su calurosa invitación a verme trascendido,
a desear ser hielo
y desliar el temblor de mis retinas
en frágiles calandrias
o en aves más que inverosímiles.

2:27 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

...por cierto, soy Daniel, que continúo en mi campaña de mensajes poéticos que toman por sorpresa.
Un saludo ciego.

2:31 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Estais todos mas locos...un saludo cariñoso desde Barcelona.

7:52 a.m.  

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